Trabajamos con canciones en el aula
¡Hola!
En mis anteriores entradas os hablé del cuento musical como recurso para trabajar en el aula, una forma muy lúdica de conseguir que las/os alumnas/os se impliquen en las actividades y aprendan múltiples contenidos de una manera transversal. Sin duda, es un gran complemento para el aula de música, pero no nos olvidemos de lo fundamental ¡El canto!
La voz es el instrumento que siempre llevamos puesto, y además, en nuestro propio cuerpo tenemos otros con los que acompañarla ¿Qué tal chasqueáis los dedos? ¡Tal vez no tengas los chasquidos más sonoros, pero las palmas también son una buena opción!
La
canción es nuestro punto de partida porque supone una estructura con significado, y ocurre lo mismo que cuando
utilizamos nuestra lengua materna, la aprendemos interiorizando frases con
sentido, pues un lenguaje no es una acumulación de palabras, sino una expresión
de significados. Aquellas que elijamos deben adecuarse a las características de las/os niñas/os, pues
deben poder aprenderlas de foma sencilla para que aporten herramientas para
utilizar posteriormente. A través de éstas podremos presentar todos los
contenidos que queremos enseñar a nuestros discentes.
A través del
uso de la percusión corporal y los instrumentos de pequeña percusión (el instrumental Orff ¡Pronto hablaremos sobre la metodología Orff-Wuytack!) complementaremos las canciones para desarrollar así la coordinación motriz, la
atención y el oído armónico. El
desarrollo de las actividades en el aula se hará de forma grupal, lo que
fomenta que la/el alumna/o se sienta más cómoda/o y más desinhibida/o para expresar sus
sentimientos y musicalidad en compañía de los demás y también individualmente
para que la/el profesora/profesor pueda atender a las necesidades de cada alumna/o de
forma particular.
¡La música debe vivenciarse,
experimentarse! ya que cuenta con un triple carácter sensorial que depende de la
audición, la vista y la cenestesia. Una enseñanza que no se base en ese
principio obligará a los alumnos a apelar con exceso a la memoria, al intelecto
y a recursos ajenos a la naturaleza musical, lo que no permite alcanzar el
disfrute ni la comprensión musical.
¡No te olvides de cantar!
Un saludo.
Comentarios
Publicar un comentario